domingo, 27 de diciembre de 2020

Oración del día 27 de Diciembre para guiarnos por la voluntad de Dios




 Amado Dios, te doy gracias porque tu voluntad siempre es buena, agradable y perfecta, gracias también porque tu palabra es protección a mi vida.


La voluntad de Dios


Padre celestial, en este día, por medio de esta oración milagrosa, me encomiendo en ti, para hacer única y exclusivamente tu voluntad. Señor, quiero morir a todos aquellos deseos que son contrarios a tus estatutos, quiero estar siempre a tu lado, santificándome cada día en la oración y la lectura de tu palabra, poniendo por obra todas tus enseñanzas, para hacer lo bueno delante de tus ojos.


Padre amado, aunque ciertamente tengo una vida secular que vivir, con sus correspondientes trabajos, con todo esto no quiero olvidarme de ti. Si estoy en el trabajo, en un centro educativo, en la calle, de vacaciones o en cualquier lugar, allí donde esté quiero tener presente tus mandamientos y tu voluntad.


Dios mío, quiero que escribas tus leyes en mi mente, manifiesta tu poder en esto, en que, cuando yo fuese tentado a hacer lo malo, tu Espíritu Santo traiga palabras de vida y me de tus fuerzas para resistir y vencer. En tu palabra está escrito: "Resistid al Diablo y Él huirá de vosotros", pues te pido que me ayudes a resistir, sea cual sea la tentación, no con mis fuerzas sino con las tuyas.


Padre de la gloria, guíame, así como el pastor guía a sus ovejas, instrúyeme en lo bueno, enséñame a repudiar lo malo, y si ves que me pierdo rescátame con tu vara y tu cayado. Si necesito reprensión, entonces repréndeme, pero nunca esté lejos de mí tu presencia, pues sin ti nada puedo lograr.


Inclina mi corazón hacia la sabiduría y el entendimiento divino, para rechazar los malos consejos y las malas andanzas, que tu Santo Espíritu haga brotar de mí toda clase de buenos frutos agradables a tus ojos, la bondad, la paciencia, el amor, la misericordia, la mansedumbre, el dominio propio, la fe, la esperanza, el gozo, el servicio y todo lo que a ti te agrade, oh Dios, para que mi vida esté ocupada en tus estatutos y no en el pecado.


Gracias Dios, porque sé que me has oído, así como he pedido para mí, también pido para mis hermanos en Cristo, para mi familia y para aquellos que aún no te conocen. Te doy la Gloria, la honra, la alabanza y la adoración, en el nombre de Jesucristo, amén.

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