Amado Padre, te doy las gracias porque me has dado la oportunidad de comenzar un nuevo día lleno de tu gloria. Te pido que en este día nada escape de tu voluntad mi Señor, que todo cuanto y haga pueda ser de tu agrado.
Mi Señor, tu palabra dice que llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, es por eso que en esta mañana vengo a ti, con toda mi fe, pidiéndote que me enseñes a manejar y controlar mis pensamientos. Enséñame a pensar en ti, en tus virtudes y en hacer el bien, aparta de mi toda fuente que genere malos pensamientos.
Padre eterno, hoy llevo cautivo a la obediencia de Cristo todo pensamiento de odio, tristeza, violencia, arrogancia , orgullo y en general todo aquello que tú aborreces. Te pido que transformes y renueves mi mente con tu Espíritu Santo, que mi mente esté alineada a los diseños del cielo mi amado Padre.
Señor, todo trauma que viví en el pasado y que genera en mi pensamientos negativos, hoy tu lo sanas. Tú, mi Señor, eres el único capaz de sanar mi alma, sana hasta las heridas más profundas, que tus llagas sean el bálsamo de mi espíritu, alma y cuerpo, para vivir una restauración profunda, siendo así sanado por tu maravilloso poder, teniendo pensamientos de tu agrado mi Padre.
Dios, que todo deseo de venganza que pueda haber en mí sea consumido por tu bondad. Si los deseos de venganza son la fuente de malos pensamientos en mí, tu me sanas mi Señor, tú me enseñas a hacer misericordia, así como tú hiciste misericordia aún con aquellos que te llevaron a la cruz. Gracias te doy, en el nombre de Jesús, amén.