Amado Dios, te doy gracias por todo lo que he vivido, sea bueno o malo, porque todas las cosas ayudan a bien a quienes te aman.
Padre celestial, en esta mañana me dirijo a ti, confiando con toda mi fe como un niño, sabiendo que la fe nunca a avergonzado a nadie. Rey de Reyes, tengo la plena certeza de que el éxito de mi vida va de la mano contigo, no me quiero apartar nunca de tus caminos, quiero que todo en mi vida, mi área financiera, amorosa, social, intelectual, emocional y espiritual esté construido sobre ti, pues tú eres mi roca fuerte, el que le da estabilidad a todo.
Padre, tengo plena convicción de que tú, y solo tú, eres el que abre los caminos delante de mí. No quiero ir por caminos extraños, no quiero alcanzar un éxito falso ni mucho menos alejarme de ti, por eso te pido que cada escalón al que deba subir sea puesto por ti mismo mi Señor, pues tus caminos son salvación y vida eterna.
Dios amado, en el nombre de Jesucristo te doy gracias por todas las cosas que tengo y las que no, por lo bueno y lo malo que me ha ocurrido, por lo que me sobra y lo que me falta, por la salud y la enfermedad, porque en medio de cada situación tu has estado para mi. Además, mi Señor, confío en el poder de esta oración milagrosa, pues sé que me estoy dirigiendo al único Dios vivo y todo poderoso.
Padre, que tu Espíritu Santo me ayude a discernir los buenos caminos para transitarlos, pues no quiero ir por la vida sin una guía. Te amo Dios, pues sé que tú todo el tiempo me escuchas y atiendes. Deposito mi confianza absoluta en ti amado Padre, en la biblia, en tu hijo Jesucristo y en el Espíritu Santo.
Tu apartas de mi a los hombres perversos de corazón que buscan llevarme por caminos extraños, quita de mi camino al hombre que, guiado por la envidia, procura hacerme daño. Mis caminos están despejados, gracias Dios, en el nombre de Jesús, amén.