Amado Dios, te doy gracias porque durante esta semana estuviste a mi lado respaldándome en todo momento, no me faltó pan en mi mesa ni faltó tu palabra divina, gracias Dios.
Padre, en este momento vengo a ti, sabiendo que tu palabra enseña que eres escudo a mi alrededor, que eres mi gloria y el que levanta mi cabeza (Salmo 3:3), por ello en esta mañana hago esta oración milagrosa para estar bajo tu protección contra mis enemigos, oh Dios, pues se han amontonado en mi contra y procuran hacerme daño, no permitas tal cosa Padre eterno, sino que en todo tiempo tenga yo gracia ante tus ojos y tu amparo me haga vivir confiado.
Dios mío, no permitas que el mal toque mi hogar, mis finanzas, a mis familiares y a todo lo que amo. Reprende a todos mis enemigos que procuran hacerme daño, te pido que sus planes sean frustrados, pisa sus planes de destrucción así como son pisadas las uvas en el lagar, para que sea manifiesto que hay Dios en los cielos y que hace justicia a sus hijos.
Padre, que sólo tus planes sean prosperados en mi vida, todo plan o trampa en secreto maquinada en mi contra o se ve frustrado o tú lo utilizas para bendecirme aún más. Te pido que bendigas a todos los que me maldicen, al mismo tiempo que cancelo esas maldiciones en mi contra, todo lo malo que me desean o que me procuran tú lo usarás como ocasión para bendecirme hasta 7 veces más.
Padre celestial, mira con misericordia a aquellos que han procurado mi muerte o a aquellos que han intentado hacerme daño, pero también actúa en ellos según tu justicia. No permitas que quienes me han hecho daño estén sin consecuencias de tu parte, siempre pidiendo que tu justicia los lleve al arrepentimiento, para que, al final, terminen por conocerte a ti.
Dios eterno, si me rodean los que procuran mi daño, envía a tus Ángeles para estar bajo tu resguardo. Envía, oh Dios, a los hombres fuertes del reino de los cielos, para resguardar mi entrada y mi salida, protégeme en mi casa y en la calle, protege a mi familia, mis pertenencias y aún mis animales.
Derrota, Padre eterno, a todos los que se levanten en mi contra, luchen ellos contra ti. Libra mi mano de la venganza, no quiero pecar contra ti, tampoco anhele mi corazón desearle mal a mis enemigos, alcancen ellos el conocimiento de tu gloria, para arrepentimiento genuino.
Padre, santifícame todos los días, bendice todo lo que mi mano tocare, nunca dejes de guardar mi integridad física, mental, emocional y espiritual, pues en todo tiempo quiero levantar manos santas y en todo momento quiero andar en la justicia. Gracias Señor mío, porque sé que me has escuchado, bendito seas por los siglos de los siglos, amén.
