Amado Dios, en esta mañana te damos gracias por permitirnos estar nuevamente en tu presencia gloriosa. Padre eterno, te damos toda gloria y honra, porque solo tú la mereces.
Amado Dios, sabemos que tú eres el todopoderoso, que no hay nada difícil para ti, que aún lo que para nosotros tomaría años y décadas para ti solo tomaría unos instantes, y hoy buscamos de ti este atributo, mi amado Señor.
Te pedimos que, con tu diestra todopoderosa, despejes nuestros caminos del peligro y la maldad. Aparta de mi aquellas cosas contra las cuales no puedo luchar, que los obstáculos que la vida me ponga sean superados siempre con tu poder y no con mis fuerzas, porque mis fuerzas desmayan a cada instante, pero las tuyas son eternas.
Rey de la gloria, abre puertas, caminos y nuevas oportunidades para mi vida, que todo lo que permanezca estancado en mi pueda fluir como un río poderoso, quiero ser como el viento que llega a todos los lugares, sin nada que lo sujete y sin nada que le permita estancarse.
Padre, te pido perdón si mi estancamiento es debido a mis pecados, de todo corazón me arrepiento de los males cometidos. Si hay pecados ocultos te pido que me los muestres para arrepentirme de ellos, si hice o dije algo malo sin darme cuenta te pido perdón por ello. Que mis pecados no sean obstáculos para alcanzar tu gracia, que tu misericordia me alcance en este día, renovando todo mi ser conforme a tus deseos mi Señor.
Padre, te doy las gracias porque nunca me has abandonado, tu siempre escuchas mis peticiones, gracias de antemano porque sé que te vas a manifestar de manera gloriosa a mi vida, en el nombre de Jesús, amén.
